(A
Benedetti).
“Contigo
converso”
Encuentro
paz en las conversaciones
que
nunca tuvimos.
Me
hablabas de tu mundo
y así
fui creando el mío.
Me
separaste del cerco de su lógica
abriéndome
más camino,
fue tu
otro compañero el lazarillo
del “no
hay camino”.
Ese
renacer de un paraíso absurdo
Con
inventados pecados
Teatros
de mal gusto.
Esa
libertad, elegida, sin letras,
puramente
integrada, integrada
en mi
cabeza, por tu sabia poesía
por tu sabia entereza.
Hombres
armados de tu palabra,
Olvidando
la espera
Sin
esperar la esperanza.
Mujeres,
incansables de revoluciones
bañadas
de tu tinta
tinta
siempre sabia
que
grita rebeldía.
Maestro,
compañero,
humilde,
sincero,
que no
es mi boca su abanico
que no
es su mano mi destino.
Maestro,
compañero
con
verso, contigo converso.